miércoles, 18 de octubre de 2006

René Lavand, rasgando el milagro

 

No tenía el gusto de conocerle pero tras ver los vídeos os recomiendo que los veais. Admirado por Tamariz, Copperfiled y otros magos de renombre, la verdad es que es un virtuoso de la baraja:

"En uno de esos raros avatares de la memoria, en que, sin venir a cuento, nos viene un recuerdo, me acordé de Juan Tamariz y el programa de magia que tenía hace unos años en Televisión Española y, en concreto, de la imagen que se me quedó grabada en la retina, con una mezcla de fascinación y admiración a partes iguales de un hombre llamado René Lavand.
  

 



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Lo primero que llama la atención de este mago argentino con apariencia de viejo tahúr del Mississippi, es que realiza todos sus trucos con una sola mano, la izquierda, ya que perdió la derecha en un accidente cuando sólo tenía nueve años. Lejos de rendirse por ello, Lavand practicó y practicó con las cartas desde su más tierna infancia hasta alcanzar un completo dominio. Para ello tuvo que seguir un camino autodidacta ya que como él mismo decía: “todos los libros y técnicas son para magos de dos manos”


Lo siguiente que nos sorprende es su elegancia, su parsimonia, su poesía y su exquisito tratamiento de la pausa… Así lo dice su propia web (por cierto muy bonita, no se la pierdan):



El Gran Maestro de la lentidigitación nos hace recorrer los rincones más increíbles del asombro, con su poesía, sus historias de vida, con la belleza de lo simple y sus naipes, que como desenhebradas cuentas de un collar de perlas, irán cayendo de su mano, uno a uno, en damas o en rey, en rojo o en negro, de frente o reverso, pero siempre, absolutamente siempre, rasgando el milagro.

Lo de “lentidigitación” es un término acuñado por él y que le va como anillo al dedo. Es un juego de palabras con el nombre que recibe el arte de la magia de cerca con las manos: “prestidigitación” (movimiento rápido de los dedos), porque lo que él hace precisamente es recrear la misma ilusión con extraordinaria e inusitada lentitud. Así lo demuestra en uno de sus trucos más famosos y legendarios, “No se puede hacer más lento“:


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Y aquí tienen algunos vídeos más, deliciosos todos:

 






El truco de los palitos he de reconocerles que yo sé hacerlo y he deleitado con él a mis sobrinos en alguna ocasión. Aunque, ni de lejos, con la elegancia y belleza con que lo hace este gran maestro (del que el propio David Copperfield ha declarado ser fanático).


Un mago, para mí, de los mejores (si no el mejor) del mundo. "


(Vía: René Lavand, rasgando el milagro)

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